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Mi Superhéroe

  • Foto del escritor: Sofía Pinzón
    Sofía Pinzón
  • 28 may 2019
  • 2 Min. de lectura


Es fácil imaginar que súper poder me gustaría tener; volar, detener el tiempo, teletransportarse, tener súper fuerza... y es aún más fácil pensar en que haría con esos poderes. A veces es más fácil pensar en ayudar si tenemos un gran poder o una gran influencia, mucho dinero, muchos contactos. Creemos que para aportar a un verdadero cambio, debemos ser "demasiado" buenos, "demasiado" fuertes, debemos ser "demasiado"... Hemos escuchado que la revolución está en las cosas pequeñas, en las pequeñas acciones, en el día a día. Pero aún creemos que cambiar el transporte público por la bicicleta no es trascendental, caminar en lugar de usar carro no es tan importante, usar plástico a diario da igual.

Que la paz la hacen los papeles, las firmas y los acuerdos del estado; si. Pero que también la hacen las buenas obras, la honestidad en el trabajo, el buen comportamiento en la calle, la generosidad, es cierto.

¿Recuerdas alguien que hace cosas pequeñas y trascendentales? Seguramente sí. Seguro hay alguien que siempre te saluda, que nunca se ha robado un lápiz en tu oficina, que siempre da más de lo que corresponde. Busca en tu lista de amigos, en tu familia, esos son los verdaderos héroes. La mía es mi Abuelita. María, nació en el campo, sufrió la guerra entre Conservadores y Liberales, fue desplazada a la ciudad cuando era muy joven, tuvo que trabajar ayudando en casas de familia y después de todo eso es capaz de saludar con un abrazo a todos, de ofrecer comida así no haya para ella, de animar así no entienda el problema y sobre todo de cumplir sus sueños.


Viajó a Israel a sus 72 años, estuvo más horas en un avión de lo que seguramente yo o cualquier persona ha estado. Después de haber sido sometida a una cirugía por un infarto en el mismo año, conoció París y se tomó la foto que todos soñamos. Todo lo hizo con una sonrisa enorme y un corazón agradecido.


Esos héroes de calle, del día a día, de pequeñas acciones son los que hacen el cambio. Ella por ejemplo cambió la forma en la que veo el mundo, me enseñó a pintar flores, me da ánimo para ser optimista, me motiva a ser generosa y honesta, esa honestidad que tanta falta hace y tantos cambios logra. Piensa en cual es tu héroe, el que te motiva a diario, el que ha hecho un cambio en un concepto tan grande como la paz.

Si quieres conocer toda la historia de mi abuelita María, da clic aquí.

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